miércoles, 13 de julio de 2011

La culpabilidad de la victima

Hay un axioma, muy frecuente, en las relaciones sociales e incluso en las jurtidicas, que firma que el víctima siempre es culpable y que se une a aquel otro, mas cinico, de que las victimas son siempre culpables mientras no prueben lo contrario; y se añade: "Y aunque lo demuestren".


Me estoy rifiriendo al caso de la implicación judicial del exdirector del Fondo Monetario Internacional. Hace quince días, con la plena intervención de la policía de Nueva York, abrigándole a descender del avion que le debía conducir a Francia, había unas informaciones en las que se detallaban, con precision de informa policial, las actuaciones de las dos personas que interviene en cualquier intento o realizado de violación sexual. El hecho estaba perfectamente definido.


Los hechos no han cambiado , pero si su entorno humano. La mujer guineana , empleada del hotel Sofitel de Nueva York se ha convertido en una mentirosa compulsiva. Ha sido acusada de mantener mentiras cuando solicitó la entrada en los Estados Unidos, como si verderamente podía hacer otra cosa, para un inmigrante sin papeles procedente de África; ha sido enturbiada su imagen como resulta de una conversación telefonica con un preso en la que manifestó su idea de la posible indemnización que podía percibir por el supuesto asalto producido. Pero del hecho, de la supuesta violación, ya no se habla. Es posible que en los proximos dias salgan a la luz publica otros actos supuestamente hecho por esta guineana que, es probable, que reciba la visita de los funcionarios del Departamento de inmigración de los Estados Unidos y con la posibilidad final del hecho, de que se la envíe a su país, metida en un avión.


No se ha vuelto a habar de los hechos, de las prueba ADN que tenia la ropa de la mujer, supuestamente asaltada. Pero si sabemos y nos detallaeran los periodicos, como ya lo han hecho, los vinos franceses, por supuesto, y el menu del caro restaurante que acababa de frecuentar el político francés. Todo ello conduce a un desanimo sobre el papel de la justicia en estos casos de violacion. En Estados Unidos, y en cualquier rincon del mundo civilizado, en el que una persona es acusada de violación, lo primero y casi unico que se le ocurre, al acusado de violacion, es decir que el acto fue consetido. ¿Y que otra cosa exculpatoria pueden o van a decir ?. No hay otra escapatoria justificativa,; las violaciones ni se hacen a a luz pública en una plaza pública; no hay, de momento, papeles de formularios, con la firma indubitada de los protagonistas.


En el fondo, casi siempre se aventura la nebulosa sádica de que la culpabilidad del prójimo es una de las mayores e intimas satisfaciones del ser humano. Es habitual y siniestro " ya lo decia yo" como reconocimiento de los malos pensamientos, presentados como ecuanimes, sobre el vecino, enturbia, muchas veces, un juicio justo, tan escaso en la sociedad civil.