La igualdad de las personas o la definición de que todos nacemos iguales en Derecho y ante la Ley, es una verdad programática y necesaria, y es una cita ante tantos hechos que demuestran su irrealizable situación y aplicación en la vida y en la sociedad.
Algunos políticos y políticas hacen estos días ,con motivo del debate político de una Ley en elaboración en las Cortes Generales del Reino, que así se llama los que estas hombres y mujeres denominan con gran énfasis "parlamento", gritan, casi siembre gritan como los manifestantes ante las cámaras de TV, que todos somos iguales ante la Ley.
Esa proclamación, hecha con manifiesto desconocimiento, no es verdad; así de sencillo y así de claro.
Los políticos que la proclaman no son iguales ante la ley de los cuidados normales y corrientes.No lo son, Casi todos ellos, o todos, son aforados, es decir. tienen foro aprobado por su cargo público, pero para ellos solos, excluidos los demás ciudadanos que les votamos., Los hombres las mujeres no son iguales ante la ley laboral, ni ante la realidad de sus relaciones jurídicas y sociales.Algunos de ellos tienen un privilegio, o muchos, tan enorme que su sueldo o salario, y para mayor sarcasmo se lo dejan fijar a sus empleados.ya se pueden ustedes imaginar con que libertad. Por ejemplo, el Tribunal Constitucional tiene presupuesto propio que se lo determinan sus propios órganos de gobierno.No hace falta insistir en ello, por conocido, sabido y reiterado. Podría seguir con múltiples e estimulantes ejemplos y hechos determinables,pero no es necesario por evidente. Los ciudadanos no somos iguales ante la ley y en la ley de España.
Pero sigamos con el examen de los ciudadanos y la administraciones publicas. Decía un ilustre catedrático al que seguí en sus libros, que el ciudadanos siempre está al otro lado de la mesa del funcionario y de pie. Como en algunos campos de concentración. La administración blinda sus leyes administrativas para hacer lo que crea conveniente a sus interés, en algunos casos, injusto e ilegal, y cuando algún ciudadano cree que ha sido atropellado tiene que acudir a los tribunales de justicia, porque el famoso recurso de reposición contra el acto administrativo injusto, es un cachondeo evidente y muchas veces sarcástico. Después dentro de la jurisdicción contencioso administrativa por, ejemplo, tiene la extraordinaria facultad de repetir tantas veces como el tiempo se lo permita, sus decisiones injustas, y en ocasiones ilegales; el ciudadanos solo,puede hacer ese recurso, una sola vez, en contratiempo y forma; o ha perdido su derecho. Y cuando se acude a la Justicia, hay que saber que el juicio de la prescripción es un juego de la pistola a la ruleta rusa, ya que es la administración es la que fija el tiempo de comienzo y el termino fiscalizador. Hay unos latinajos para estos conceptos pero siempre que un compañero me los ha citado le he contestado en latin sacerdotal: "Dominus vobis cum".O así
No les voy a contar lo que pasa en otros países de régimen históricamente democráticos, como son Los Estados Unidos de Norteamérica y si usted es negro y vive en Alabama.
La naturaleza no nos ha hecho a todos los hombres y todas las mujeres iguales, gracias a Dios. Las leyes tampoco. Y los ciudadanos ,me refiero a los ciudadanos sin privilegios, y hay millones,tampoco con los que citan esa verdad utópica de que todos somos iguales ante la Ley, es una provocación innecesaria .Entonces, debe de ser la Ley de Dios .