miércoles, 27 de abril de 2011

el poder absoluto

Lord Acton comentó en una carta , en 1887,al obispo de la iglesia de Inglaterra, Mandell Creighton, que el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Lord Acton no tenia la menor idea de lo que puede significar el poder absoluto en manos de un empleado de una terminal de un aeropuerto si esta encargado de la vigilancia de la seguridad de los equipajes y de los pasajeros.








Las medidas de seguridad han de tener una correspondencía con los habitos de las personas que utilizan el transporte aéreo. La seguridad en la edad media y una vez instalada la Inquisición como fuente de poder su poder esta absoluto. No había justos procesos judiciales, ni jurídicos que empeñasen sus afanes de suprimir de forma radical, con la vida misma, cualquier clase de herejías contra la doctrina oficial de su iglesia, católica, protestante, calvinista o similares.








He vuelo de un corto viaje a las tierras del norte de Europa. A la ida y a la vuelta he tenido que cruzar, a pié, psdsando todo tipo der escanes sa




las vias de seguridad de los aeropuertos alemenes.La experiencia se tarda en olvidar.La memoria humana es sabia e indulgente y retira de los recuerdos las fase0s mas ignominiosas. Entre ellas, el paseo por los puentes de seguridad dan acceso a las puertas de embarque de los aviones. No se trata de que si las maquinas lo revisantodo; o no. Se trata de que las funciones inspectoras de los empleados se hacen en función de su capricho. El empleado tiene el poder absoluto sobre el viajero. Le despoja de todo, en ocasiones. En otras le vuelve a hacer pasar varias veces por el arco de control. Las colas se eternizan.Las pesadumbres se amontonan. Y el empleado impeterito te envia, una y otra vez, hacia atras y hacia adelante, sin contemplaciones.





Todos deseamos las mejores normas de seguridad para nuestra vida.Pero eso no da carta blanca para que esa apreciación de las normas las hagan los empelados mas torpes,duros, antipáticos y escrupulosos de los empleados del aeropuerto. esos empleados ejercen el poder, contra la mansedumbre del viajero, angustiado que sabe, que si pone la cara de disgusto, le pueden mandar a que le hagan, otros empleados del propio aeropuerto, una revisión total sin escape y sin recurso.


Esos empleados ejercen el poder absoluyo sobre tu persona. Sin apelació, Sin chistar. Callados o te hacen perder el viaje y te aislan de los demas. Y si estos protestan o piden mas eficacia, les retrasan el tiempo queje quieran. Ese es un poder que habrá que limitar de alguna manera.

martes, 12 de abril de 2011

El pago por la información.

He leído estos días un interesante articulo publicado0 en un diario de información, escrito por D. Jaume Guillamet, profesor universitario y con que el titulo de "El periodismo como valor añadido" enjuicia el valor económico de la información. En ese articulo tiene una enorme analisis de la financiacion de los diarios de información general y tiene un corolario de los muchos que relaciona, que dice: " El gran obstáculo ( de la información) es su financiación".

Esa es una gran verdad. El profesor Guillamet que explica historia del periodismo en la Universidad no hace, en su articulo, alusión alguna a las subvenciones de dinero publico que reciben algunos diarios. Es interesante que se profundice en esta información económica e histórica.

Por supuesto, es sabido que todos los sistemas de comunicación tienen un apunte de ayuda económica de la administración. Incluso con tarifas postales subvencionadas y ayuda la importación de maquinaria para la realización material de las ideas en su mensaje a la sociedad. Las condiciones de estas subvenciones oficiales ha sido una de las cuestiones mas debidas en la intervención de los estados en la publicación de los diarios. Es una manera de intervenir, sea la forma que sea. Y nadie da dinero por nada. Y menos los estados. El "algo" de este dinero y su cuantía puede determinar las condiciones del ejercicio de la libertad de información y la libertad de opinión. El debate sobre las financiaciónes administrativas tiene un largo historial politico en la creación y función del derecho a la información.

Es una verdadera ocasión perdida para el Sr Guillamet. Estoy seguro que la recuperará en la primera ocasión que tenga para escribir un interesante articulo sobre la influencia de la historia económica de los medios de comunicación social, de los diarios, de la radio. en esta materia tan interesante y sugestiva. Y estoy seguro que lo hará con la brillantez a que tiene acostumbrado a sus lectores,

El pago por la información.

lunes, 4 de abril de 2011

siempre queda allgo

Este fin de semana, con aquello de la primavera, la continúa actualidad del hecho de la defensa de las personas contra las ingerencias insidiosas de algunos comunicadores, me ha originado una especie de salpullido ligero sobre las injuriaslas insidias y su publicación.


He leído un interesante articulo del Sr Pablo Salvador Codech, publicado en un diario , y referente a la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos en el asunto de "Otegi contra España y el lenguaje del odio". La sentencia ha condenado al gobierno español al pago de una indemnización a Otegi como consecuencia de otra sentencia española que le condeno a un cierto tiempo en la cárcel como responsable de un delito de injurias graves contra el rey de España. El Tribunal de Estrasburgo ha considerado que decir que el Rey es responsable de las mismas es parte de la libertad de expresión y que como también, se dice en el citado articulo, ha sentenciado el Tribunal Supremo de los Estados Unidos : "sofocar el discurso publico es peor que el daño causado por el lenguaje odioso".


En la primera hoja de un libro manual, editado, hace muchos años, para los alumnos que seguían mis docencias en la Universidad Autónoma, se recoge la siguiente frase de Alexis de Tocqueville: "En materia de prensa no hay termino medio entre la servidumbre y la licencia; para cosechar los bienes inestimables que asegura la libertad de prensa hay que cometerse a los inevitables males que origina". En eso sigo. Pero con matices,


El articulo que comento del Sr Salvador Codech, concluye."Mas acaso frente la banalidad del odio mejor seria hacer oídos sordos".


No estoy de acuerdo con los oídos sordos. La paciencia, la indiferencia o la ignorancia ante algunas opiniones injuriosas, conduce a que las insidias se conviertan, en ocasiones, en infamias, y en calumnias.


Trasladar las reflexiones , a si por las buenas, del Tribunal Supremo de los Estados Unidos a la situación de España y el sistema de información, muchas veces insidiosas de algunos protagonistas de la vida de la comunicación publica, es un poco peligroso. Aun viniendo la sentencia del interprete de la constitución americana. Vamos dejarles un poco aparte en relación con la costumbres de España, aunque allí también tuvieron una guerra civil por la igualdad de las personas.


Es indudable que los tribunales españoles, casi en general, conceden protección a la libertad de expresión y de la libertad de información sobre las demandas de protección del honor o el prestigio de las personas. Hay una doctrina consolidada de sentencias, una doctrina consolidada de autores, con comentarios y disquisiciones sobre la importancia de la libertad de expresión sobre los demás derechos de las personas.


Pero no , en general. El Tribunal Constitucional español ha elaborado un principio muy justo y muy adecuado. No hay derechos ilimitados. Ni libertades ilimitadas. La prueba es que el que ejerce la libertad de expresión ha de hacerlo dentro de un respeto a la verdad, ha comprobado previamente esa verdad que esgrime, antes de su publicación ; el respeto a la vida y las acciones de las personas no notoriamente publicas; y que se entiende por notoriedad. Hay matices para alertar los que creen que hay que hacer oídos sordos ante cualquiera ataque informativo , muchas veces reiterado,insistente y pernicioso de una determinada actitud , supuestamente informativas, que conducen a tener que oír ataques constantes por muchos oídos sordos que se planteen y tratar de defender.


Los oídos sordos están de acuerdo con una actitud singular y excepcional. Pero no para las personas que tienen una cierta vida publica no necesariamente política. En fin: los que por una u otra causa, alcanzan notoriedad en la vida social.


Los limites que hoy existen la libertad de información o /y en la libertad de expresión son fruto de las exigencias de respeto a la vida privada y al honor son la consecuenia de la lucha jurídica y judicial de personas que decidieron que tenían derecho al olvido y no la obligacion de soportar el lenguaje del odio.


Ahora es posible que algunos crean que el lenguaje del odio esta amparado por los oídos sordos.No es así. Luche usted por sus derechos y por sus libertades, ante los tribunales. Que algo queda de la batalla judicial y juridica ; y de la planteada ante el Tribunal de Garantias. Algo queda en la doctrina de defensa de las personas. Algo queda.Por lo menos su conciencia de no soportar lo innecesario a su derechos como persona amparada por una constitución. Hay que ver siempre hasta donde.