Hoy, lunes, a las ocho de la mañana me entero de que han premiado con un "oscar" a la pelicula "Argo". Me dicen, en la radio, que es un film basado en el argumento de la peripecia de los seis miembros de la embajada de Estados Unidos, en Teheran, que en el año 1979, consiguieron escapar del asalto a la embajada de los seguidores del gobierno de entonces , y refugiarse en la casa del embajador del Canada.
Esta es una história fantástica que me ha vuelto en el recuedo a mis años de profesor de la Libertad de Informacion en la Universidad Autonoma de Barcelona. La historia que explicaba entonces a los pacificos alumnos que me atendían era con otra finalidad: la responsabilidad de la Prensa en la publicación de la verdad. Tan actual,hoy.
La historia que contaba era la siguiente. Un diario americano contabilizó el número de funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Teheran detenidos, con la lista oficial de los funcionarios que trabajaban en la embajada que tenía publicada el Departamento de Estado de Washigton .Y le fataban seis, segun la pelicula; yo creia que eran nueve. Pero es igual el númnero para esta historia. El director de ese diario llamó al Departamento de Estado de Washigton para tener una entrevista con un funcionario. El director comunicó al funcionario que conocían que había seis miembros de la embajada que no estaban incluidos en la lista publicada por el gobierno de Teheran, y, por tanto, estaban escondidos en algun lugar, si la lista publicada era cierta y la lista que tenían ellos era la oficial. El Departamento de Estado le dijo al director que era cierta su información: seis no estaban presos por los persas, quienes, ademas, desconocían su existencia y no les buscaban. El director puso, en principio, una cierta resistencia a no publicar aquella información tan importante para el diario y para la nación. El representante del Departamento de Estado le dijo que no tenian capacidad potestativa para impedirlo, ni querían hacerlo. Lo dejaba a su criterio de responsabilidad. Y añadió algo que me pareció , y me parece, muy acertado: " Es como si un holandes supiera el domicilio de Ana Frank y se lo dijera la Gestapo". El diario no la publicó. Libremente aceptó su responsabilidad, unida a su libertad
Aquella hisoria que he explicado muchas veces a mis alumnos tiene hoy una pelicula. No se si recoge ese dialogo en el Departamento de Estado, o si las secuencias de la pelicula lo sintetizan. Es igual. El hecho sucedió. El hecho peiodistístico ocurrio como he contado.
No quiero hacer ningun comentario en este mundo actual de fitraciones interesadas, a veces de secretos de Estado, por una primicia periodística. Cada cual ha de asumir esa responsabilidad. Si es responsable, claro