En ocasiones, y cuando uno alcanza cierta edad, son muchos los momentos en las que nuestros sen timientos discuten entre si. Hace días me referida al pensamiento de Pascal de que todo cuanto favorece nuestras pasiones nos parece v verdad y lo que las contraria nos enfurece.
Todas las personas que vivimos en Cataluña, y especialmente considero los que hemos escogido libremente este país para vivir, nos encontrarnos, al menos asi lo considero que los sentimientos están en esa tensión de la cuerda del arco lista para lanzar la flecha, apesadumbrados por que algunos de nuestros vecinos, han decidido colocar sus sentimientos en el punto de verdad irreversible. Al margen de un razonamiento. En la lucha entre sentimiento y razonamiento, muchas veces ganan los sentimientos y después los razonamientros acogen las consecuencia y las asume con el dolor propio por las obras ajenas.
Muchas personas, y muchos de mis amigos , creen independizarse de ambiente de su país por que los acontecimientos de la vida les han inspirado sentimientos de rebelión. Y comienzan los prejuicios. Y el dolor y los sentimientos discutidos por los razamientos reflejos de la realidad. Al final, siempre se deben asumir, como carga pesarosa, las consecuencias propias de las actuaciones ajenas de personas que se rebelan contra la verdad con fundamento solo en sus sentimientos.
Estos días leo impresionantes y enrevesados artículos de una carga intelectual importante, pero alejados y casi opuestos a una verdad ineludible. Y esa verdad es la que esta al otro lado de la puerta que han abierto en un acto de pura valentía , de sentimientos sencillos, leales con sus ilusiones.Y nada mas .Pero es que en la vida, como en tantas de sus facetas y tiempos , nos se trata de escoger o de elegir lo que le gusta sino lo que le conviene razonablemente, con la cordura del pensamiento. La verdad objetiva es que muchas de nuestras acciones y pensamientos están unidos, cegados o ausentes a los acciones y pensamientos de los demás. Nuestras leyes de relación, tanto personales como ciudadanas, están vinculadas a otras leyes de otras personas, ajenas con sus principios legales asentados en la historia común de otros que , en muchas veces, no tienen vinculación alguna a nuestras decisiones como no sea para caer en la mas pura ausencia de razón.
Y esa discusión intemporal, esa contradicción, no era lo acordado y mantenido por siglos de historia común. Esas decisiones irreversibles no puede estar en medio de las divergencias y discusiones por una mala y temporal duda en la certidumbre de nuestra vinculación social. Y luego, se suceden las disculpas, los sinsentido de las explicaciones escasas y vanas, y alusiones a la buena fé. Sabían que no eran ciertas desde el principio. Hay que tener precaución, serenidad, con lo que se dice y se hace. Las rebeliones siempre las pagan los mismos; y que generalmente no son los que las promueven.Como el capitán araña.
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