martes, 11 de enero de 2011

las normas de policia

Estos primeros días del mes de enero esta en pleno debate las consecuencias posibles y humanas, en algunos casos, de la resistencía a aceptar unas normas legales de regulación de los espacios donde se puede fumar; o no.

La normativa esta encargada a un Ministerio de la Salud; pero la vigilancia corresponde a la policía,llámese inspectores de sanidad o vigilantes del buen fumar. La investigación es policíaca, con la clásica llegada de los inspectores, vestidos de negro y con el ordenador en la man, el levantamiento de las actas, la preocupación por las consecuencias que pueden ocurrir al ciudadano , casi siempre sin cobertura jurídica seria, y con la despedida del inspector con la frase final clásica: " de momento,ya veremos".

La actividad de policía administrativa es una de las cuestiones mas debatidas en el mundo del derecho de los ciudadanos. Teóricamente tienen el derecho a la audiencia previa a la posible sanción y, se añade, la presentación del pliego de descargos en un plazo razonable de tiempo.
Por lo general el pliego de descargos no tiene una respuesta que tenga algo que ver contiene los plateamientos efectuados, si es que hay respuesta del órgano instructor. Lo normal es que no. La ley dice que siempre tiene que haberla. La administración no suele estar para estas atenciones a las personas.

Hay actividad de policía en todos a los ámbitos de la vida del ciudadano; en todos, incluidos los mas personales y casi intimos. Esto no es razonablemente bueno.La administración está acostumbrada a espiar, a averiguar, a instruir expedientes; y a sancionar.El ciudadano casi siempre es expedientado y es sancionado. Si la reclamacion es hecha personalmente, se recibe un a respuesta clásica:" Vaya usted a los tribunales". El "vuelva usted mañana" era el Siglo XIX. Y así están los tribunales colapsados por la Ley del autonovil, las multas de trafico, la degradacion del trato a los propios funcionarios; ahora las sanciones por fumar; por no dejar fumar; los que dejan fumar y los que no dejan pero no consiente ya que no van a liarse a mamporos para expulsar a una persona de su establecimiento por fumar; o por intentarlo.

En estas actividades de la policía, de todos la policía., recuerdo una fase de Talleyran que definía, con enojo, las funciones de la policía. "El ministro de policía es un hombre que se preocupa, en primera linea, de todos los asuntos que le importan; y, en segundo lugar, de todos los asuntos que no le importan". La mayor parte de los asuntos no les importan.

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