miércoles, 18 de enero de 2012

25 militares

He leído estos días, y acabo, hoy, de terminar su lectura, un extenso e intenso libro de cerca de novecientas páginas, editado por el Ministerio de Defensa, en noviembre de 2011, que como dice en su introducción tiene: " una finalidad muy determinada: recordar y homenajear a los militares profesionales que optaron por defender a la república cuando algunos de sus compañeros se levantaron en armas contra el régimen constituido". Hace setenta y cinco años.


Los relatos biográficos lo han escrito profesores de Historia y militares profesionales para cuya elección de biografías tuvieron en cuenta sus responsabilidades en los ministerios de la zona republicana, en la guerra civil mandando tropas republicanas y otras responsabilidades menos conocidas en la guerra pero sí en el carácter científico de su ejercicio.


El libro, para mi, un niño que tenia seis años el l8 de julio de 1936, es apasionante y lo he leído en muy pocos días, metiéndome de nuevo, en lo que pasó en la España de 1936 en la rebelión militar y en los años posteriores cuando no había acabado, para los biografiados la guerra , sino el exilio y su desarraigo personal y profesional.


Era un libro necesario para personas que no participamos en aquella guerra, ni tampoco en los años de plomo de después , con las persecución y los odios de muchos concentrados en tantos. Era necesario leer este libro y retroceder, en la memoria, en los tiempos en que vivía en Burgos en una familia que estaba sobrecogida por los hechos que acontecían a su alrededor. Eran años de temor, como en todos los tiempos de guerra, de persecución fraterna, de odios encontrados y rencores que se quieren justificar.


Todas las biografías están detalladas la visión militar, a través de documentos casi todos, de los hechos de la guerra, lo cual siempre es una ilustración histórica que me ha interesado, y que, en casos excepcionales, pocos, viví en Burgos por los bombardeos aéreos.


Y humanamente se describen los vías crucis de los perdedores de la guerra. Su marcha en marzo de 1939, el maltrato de los franceses, y la acogida en los países de América que estaban llenos de españoles, sin catalogación política, acogiendo, a gentes pesarosas, duramente tratados que merecían una acogida humana. Especialmente interesantes las biografías de los tenientes generales Miaja y Rojo, nombres que estaban en mi recuerdo infantil por haber oído habar de ellos en la casa paterna, en los partes radiofónicos de la guerra y en los sufrimientos de tantas gentes.


Reparar a los que pierden, es un ejercicio de extraordinario interés humano y profesional. Aquellas jornadas tan terribles del 18 al 20 de julio de 1936 en las que una decisión suponía alterar unos status persona o profesional de ellos y de sus familias; y de la nación entera.


Extraordinaria lección de historia, escrita para conocimiento,mejor conocimiento, de lo que significó la Guerra Civil para esos 25 militares biografiados.

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