Una de las victimas del atentado terrorista del Hipercor de Barcelona, hace veinticinco años, ha tenido una reunión, o quizá, mejor, una entrevista, con uno de los asesinos de aquella matanza, perteneciente a Eta.
Esta escena me ha recordado , y la he vuelto a leer, la obra teatral de Albert Camus: " Los Justos" .He estimado que esta obra de teatro y la novela "El extranjero" son la cima de su personalidad literaria. Después, un accidente de tráfico, puso fin a su vida.
Camus sitúa , en su obra, a los terroristas en la época de los zares, en un mundo de lágrimas y de sangre. el dramático desgarro de sus personajes descubre el sentimiento y la angustia de los autores del terror. "El odio me llegará en un momento oportuno y me cegará", dice uno de los terroristas para justificar su predisposición a matar. "Luego al final, mas lejos que el odio". Odio de los terroristas esta descrito en lo que dicve uno de ellos : dice en un diaglo con justificaión de lo que gace. " Soy un prisionero de guerra, no acusado"
El dialogo de "los Justos", descarna a los terroristas, para acercanos al final del desarraigo en sus pensamientos teatrales: "Hemos descargado sobre nosotros la desdicha del mundo", concluye.
La victima que ha hablado con su verdugo, ha relatado su encuentro. Las palabras rebotaban; el dialogo era una pared. El terrorista no hizo mas que relatar las secuelas en su persona, del odio, en su vida y no en el consuelo buscado de su victima; ni tampoco en su apaciguamiento.
La victima del atentado, ha dicho, que esperaba, más que escuchar la pesadumbre del verdugo- es lo único que manifestó-, la declaración de que el odio se había apagado. Escucho el rencor como autor de lo ocurrido. Lo mantuvo íntegro. No hizo, ni manifiestó, ningún propósito de enmienda, para intentar apagar el odio que sigue en su corazón. No quería pedir perdón a sus victimas porque no podia; no pueden. Como el personaje de "los justos" el odio les ciega.
Mi impresión es que tanto rencor le ha impedido decir que no lo volvería a hacer, que acababa de ser injusto con tanto odio. El odio es un camino para el terrorista, para el que odia. Es la meta del odioso. No hay otro camino . Ni lo busca. Y lo quiere.
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