lunes, 17 de diciembre de 2012

el silencio malo

La sociedad está en un periodo difícil en los que  los vaticinios auguran dolores  e incertidumbres posibles por la conducta de unos pocos.

En esos casos hay que leer a los clásicos por que en ellos encontramos ciertas  certidumbres que nos ayudan a seguir en nuestras pequeñas pero esenciales luchas

Gran partes de los hombres no piensan  en la tempestad cuando se hacen a la mar, dice Séneca en sus  diálogos sobre la serenidad del  alma. A cada cual puede  puede suceder, lo que puede suceder a alguno en cita de Publilio, autor que decia Séneca con el pensamiento de que:"Yo no me avengonzaré de citar una sentencia buena, aunque  sea de un autor malo".

Los abogados en muchas ocasiones tenemos   y debemos advertir a personas que  puede plantear  debates jurídico sobre los diversas circunstancias jurídicas que se suscitan en el alma humana en su relación social. En muchas  ocasiones, el advertido contesta de formas desabructa diciendo que si esa información es una amenaza. Siempre he contestado lo mismo, es una información, necesaria de las circunstancias que suelen ser las consecuencias de las acciones. La sociedad, por lo que general juiciosa y precavida, especialmente con la juventud, y  ha instrumentado   la cataplasma moderna para los calentones, que vienen inexorable mente ligados con la juventud. Y ha creado la píldora del día después. Creo que este invento  es  una genialidad de  las personas responsables  en sus consejos a los poco dispuestos a pensar en las consecuencias. No piensan en las consecuencias porque los sentimiento no tienen consecuencias graves ni permiten, ni se calculan. Los sentimientos son un sentir y nunca un  pensar. Y nos referimos a múltiples y reuniones de afectadsospor derechos, recuerdomuna gf¡frase de un catedrático administrativo quien  decía que las "reuniones de propietarios soibre sus derechos y su defensa sin concieryto es que son mas indicaos  aplicarles  la  expoliación  que la expropiación".

Durante la guertra fria de los Estados Unidos con la Unión Sovietica, se producian mas o menos discursos reciprocos sobre las consecuencias de alguna  acciones de los guerreros de ambos paises en relación con los del otro. Y siempre había un político que, acusado de amenazas por la otra parte, decía lo mismo: "Simplemente aviso de las consecuenicias que pasaran ineludiblemente".

A si pasamos cincuenta años. Quiza por que se expusieron las consecuencias mútuas que pasarían, que como siempre pagarían, los ciudadanos de pie, no los  militantes políticos. Para esos siempre habrá una reserva celestial. Me parece que no explicar las consecuencias es siempre un silencio malo.

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