Esta víspera del aniversario de la promulgacion de la Constitución de 1978, el país esta perplejo de nerviososismo por los acontecimientos y la nación aquejada de ausencia de lideres capaces y solventes en el gobierno, en el gobierno de esa nacion.
Esa extraordinaria manía nacional por desprestigiar el lider de la oposición es bastantem parecida a la manía de despretigiar al Tribunal Coinsdtyitucional antes de conocer la sentencia sobre el estatuto de Cataluña.
A Rajoi se le piden explicaciones sobre su conducta ante los avcontem9iento9 y generalmente se le reprocha inactividad y e indolencia.Al parecer los avispados comentaristas se han olvidando que el jefe de la oposición y que no puede hacer nada mas que de opositor. El que tiene la responsabilidad es el jefe del gobierno, por mandato de la ley y sus electores. Creo que no nos merecemos a Rajoy . Es un político sereno,paciente y traquilo en um pais merviso, impaciente e intranquilo, lleno de ciuadadnos- aunque no en mayoria.- que alcanzan grados de irresponsabilidad con cierta frecuencia que llenaría las aulas d educacion para la ciudadania.
Me parece, además, que es el único0 político que tiene una estrategia que ha medido el temperamento de los españoles.Dicen, al menos lo dicen los populares, que no tiene manera de lider. Para algunos,no.Para esos mismos que serian capaces de una situación difícil, perder la cordura y el entusiasmo. La nación no es un partido de fútbol donde todos puedan expresas, a grvitos, sus opiniones. Se puede hacer gritos. Pero todos juntos- Y eso es un criterio no una cualidad de lam demo9cracia . Es la unuica manera de que unos eternos fervients servidores a la violencia de las brutales peticiones de exigencias insolitas y desafortunadas tenga exito.
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