viernes, 2 de marzo de 2012

La economia financiera

Hace unos días asistí a una conferencia encabezada en su presentación por un exministro de Aznar, un exrector de una Universidad de Barcelona y dos economistas mas.


Como suele decirse, en algo tengo que emplear mi tiempo de jubilado forzoso y activo ciudadano.


Los economistas discurseantes fueron, en realidad historiadores de la economía moderna, aunque uno de ellos llego a hablar hasta de los Reyes Católicos. Todos sabemos que todas las carreras universitarias en su programa docente hay una asignatura interesante, mas que las demás, que como técnicas suele ser un poco pesada y de mala digestión. Se trata de la historia de la medicina, del Derecho, de las ciencias empresariales y de la economía. Todas son fantásticas y hasta ingeniosas. En mi carrera de Derecho también había una de esta materia. Me examinaba de ella y como no tenia una ciencia cierta de su contenido y decidí, lo que se llama en e teatro " meter una morcilla" y hable del llamado "derecho de pernada" que tenia, segun los chascarrillos ingeniosos de los españoles, la aristocracia sobre las jóvenes casaderas. La bronca jolgoriosa que me echo el catedrático fue colosal. Ni existía el derecho ese, ni había existido nunca, como tal derecho. Dijo, recuerdo: " Solo les faltaría a aquellos habitantes depauperados, además de las razzias de los moros, los asaltos de su conde ". La clase fue una carcajada. Pero me aprobó.


Una clase de historia es relajante entre tanta aridez de las ciencia mas o menos empíricas, bien cabe asignaturas de cuentos que son divertidas y su yugantes en todos los países del mundo.




Pues bien; esos ilustres economistas tenían como tema ilustre a los asistentes sobre las nuevas formas y maneras de la economía europea y del mundo mundial.


Y no fue así. Todos, todos, hicieron una versión histórica de las crisis actual , con antecedentes, por supuesto, de la crisis de 1929, la de 1973, etc. Hablaron de los países emergentes, de la crisis y decadencia de occidente, (no citaron a Toynbe) la de Oriente, la de la Unión de Repúblicas Sovieticas, a cuyos aledaños de Bandera Roja y Liga Comunista Revolucionaria seguramente pertenecieron, como todos los estudiantes progres de las facultades de Economía de los años sesenta y setenta, de España.


Pero de las formulas para salir de esta crisis, nada. Ni una. Había ido a la conferencia para ello. Pues, no. Están tan descentrados de la realidad que convocan a los asistentes a las siete y media de la noche. Las mayor parte de los que allí acudíamos eramos jubilados en ciernes de jubilación o esperando la jubilación anticipada por las buenas o por las malas.


Para concluir: fue una clase de historia. Y no muy brillante en el hablar, pero con unos gráficos esplendidos. Hay un,libro muy divertido sobre la función de los economistas en el mundo actual que se titula: " Soy economista, perdonen las molestias ", de una autora francesa que es una delicia sobre los avatares de esa profesión. Leánlo. Yo lo he hecho y salí, de sus paginas y de sus reflexiones, reconfortado.


Y al final, naturalemente, el chiste de actualidad, que quiza compensó

la aridez de la conferencia.


Los americanos siempre no han creido en Europa , hasta ahora. Por que, segun ellos, no había un teléfono para hablar directamente con Europa. Ahora, sí lo hay. Y esta es la conversación del chiste.


Habla el Secretario de Estado americano

-Oiga, es ahí, Europa


- Sí, es Europa. Ahora bien, sí desea habar con Alemania, marque el 1; si desea hablar con Francia, marque el 2 ; los demas paises no tienen extension. Si desea hablar con Gran Bretaña, marque directamente.


Son buenos contadores de chistes. Casi tanto como algunos médicos después de una guardia












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